Las crisis convulsivas son episodios que generan gran alarma alrededor del paciente. El paciente no es consciente en ese momento de lo que le sucede, por ello debemos seguir unas pautas claras y sencillas y evitar que otros a nuestro alrededor comentan imprudencias.

¿Qué hacer?


·         Mantener la calma
                                                                               
·         Evitar que se golpee, sobre todo en la cabeza

·         Colocarlo de lado, para que expulse saliva y evitar aspiración de secreciones u obstrucción de la vía aérea por la propia lengua

·         Observar los síntomas:
o        tiempo de duración
o        tipo de movimientos (sacudidas, temblor, rigidez o muy laxo)
o        si mueve más un lado del cuerpo que otro
o        si desvía la cabeza o la mirada hacia algún lado
o        si emite algún sonido
o        estado post crítico (adormilamiento, sopor…)

 

¡Qué no hacer!


  1. No se debe tratar de inmovilizar a la persona por la fuerza durante la crisis.
  2. No se debe introducir ningún objeto en la boca con el afán de que la lengua no vaya hacia atrás, dado que puede ser peligroso si traga este objeto y se queda alojado en las vías respiratorias, además de las posibles lesiones orales, al intentar introducirlo a la fuerza.
  3. No es necesaria la respiración boca a boca durante la crisis convulsiva, aunque se tenga la impresión de que la respiración queda bloqueada por la rigidez, salvo que la persona no vuelva a comenzar a respirar terminada la crisis convulsiva.
  4. Nunca se debe dar líquidos, alimentos o pastillas por la boca durante la crisis epiléptica o poco después puesto que un posible vómito con el conocimiento alterado puede ser muy peligroso.
  5. una vez finalizada la crisis epiléptica no es útil la administración de medicación sedante. 

Necesidad de atención médica urgente


La gran mayoría de las crisis epilépticas terminan de forma muy rápida (1 a 3 minutos) y no es necesario trasladar a la persona con epilepsia conocida a un Servicio de Urgencias por la crisis epiléptica en sí. 

Eso si: avisar a los padres siempre que no está algún familiar junto al niño.

Se debe trasladar en las siguientes circunstancias:
  1. Si la crisis epiléptica dura más de 5 minutos.
  2. Si la crisis epiléptica se repite en corto espacio de tiempo.
  3. Si no recupera por completo la situación previa, tras un periodo de tiempo prudencial después de la crisis epiléptica.
  4. Si ha habido un traumatismo importante durante la crisis epiléptica.
  5. Si se trata de una persona que no sea epiléptica. En este caso no se conoce la causa y puede tener una enfermedad aguda que requiera un diagnóstico y tratamiento urgente.


CONVULSION FEBRIL

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