Adaptación a la llegada del bebé
La llegada de un bebé es una etapa de adaptación para el recién nacido y su familia.
Requiere paciencia y tiempo.
Es conveniente facilitar la expresión verbal de los sentimientos de la madre hacia el niño. No hay que olvidar que la correcta estimulación y el cariño son muy importantes para un desarrollo equilibrado.
Se fomentará la participación del padre en el cuidado del recién nacido. Conviene prestar atención a las alteraciones emocionales o a las incapacidades manifiestas en el cuidado del niño por parte de los padres, ya que pueden ser debidas a una depresión o trastorno emocional puerperal, y tener graves repercusiones sobre la vinculación madre-hijo y, por tanto, sobre el desarrollo emocional y cognitivo del niño.
En los casos de depresión postparto leve, se puede tranquilizar a la madre informándole de que se trata de una etapa transitoria, y reforzar la confianza en sí misma haciendo patente que el niño está recibiendo los cuidados necesarios. En caso de depresión moderada se debe consultar al médico o al Pediatra.

Cuidados del niño
Los niños oyen y reconocen desde el primer día la voz de los padres. Se les debe estimular durante las tomas, mirándoles a los ojos, hablándoles… pues, aunque no entiendan, captan la afectividad del tono.
También se les estimula mostrándoles objetos de colores fuertes y vivos, cambiándolos de posición para que los sigan con la mirada, ejercitando sus brazos y piernas, etc…
El potencial intelectual del niño tiene un límite pero la estimulación oportuna y adecuada desde que nacen es fundamental en su maduración y desarrollo. Sin estímulos y cariño no hay un buen desarrollo.
                                           Un exceso de estímulos puede ser perjudicial. Durante las
                                          primeras semanas de vida el ambiente familiar ha de ser 
                                  tranquilo, permitiéndose las visitas por las mañanas, 
                                                  evitando la sobre-estimulación del bebé por las tardes.
Alimentación 
Se recomienda la lactancia materna exclusiva y a demanda durante los 6 primeros meses de vida, respetando la decisión de la madre respecto al tipo de lactancia elegida. 
Si no es posible la lactancia materna o ésta es insuficiente, se recurrirá a la alimentación artificial con fórmula adaptada (por cada 30 ml. de agua, se añade un cacito raso de polvo, vertiendo primero todo el agua y después el polvo). 
Se desaconseja endulzar el chupete o dejar dormir al niño con un biberón de leche en la boca, para prevenir las caries y discriminar la hora de comer de la hora de dormir.

Deposiciones
En los 2 o 3 primeros días se elimina el meconio, de color negro y pegajoso. Después las heces van alcanzando un color anaranjado verdoso, de consistencia semilíquida en los niños alimentados al pecho; estos niños pueden llegar a hacer una deposición después de cada toma. La consistencia de las heces de los niños con lactancia artificial es de consistencia más dura.

Relación padres/hijo
Estimular al niño tanto física como emotivamente. Cuando se bañe o cambie al niño es un buen momento para acariciar su cuerpo e interactuar con él. Son recomendables los juegos corporales, hablarle o emitir sonidos como respuesta y acercar la cara a su campo visual, ponerle objetos a su alcance...





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