LESIONES ORTOPÉDICAS MÁS FRECUENTES EN LA INFANCIA
Conforme vaya creciendo el niño, es posible que observe detalles en su forma de andar que le haga dudar. Algunos niños pequeños caminan de puntillas, o son torpones, se tropiezan con frecuencia, caminan metiendo un pié para dentro...
Por lo común, en las Revisiones del Niño Sano hechas en su Centro de Salud se suelen detectar estos problemas, pero los padres no tienen que dejar de consultar sus dudas.
Tener en cuenta que, salvo las patologías evidentes, el desarrollo de miembros inferiores, el apoyo y los andares no se sueles estabilizar hasta los 4 años de edad. La mayoría de estas afecciones se corrigen solas y sin tratamiento alguno a medida que el niño va creciendo. Otras persisten o bien se agravan y estas serán las que hay que vigilar. A continuación trataremos las más frecuentes.

Pies planos

La mayoría de los bebés nacen con los pies planos y van desarrollando los arcos de los pies a medida que van creciendo. Pero en algunos niños, el arco nunca se acaba de desarrollar por completo. Lo primero que suelen percibir los padres es que su hijo tiene lo que ellos describen como unos "tobillos débiles" (que parecen torcerse hacia dentro debido a la forma de los pies).
Pie normal / Plano
Los pies planos, por lo general, no suelen causar problemas. Los médicos recomiendan tratarlos cuando provocan dolor o interfiere en la marcha (son torpones al correr). Tampoco recomiendan llevar ningún tipo de calzado especial, como zapatos altos o de media caña, porque no afectan al desarrollo del arco en los pies.
Se recomienda: 
  • Evitar el Sobrepeso de los niños.
  • Realizar Ejercicios sencillos: andar de Puntillas, andar de Talones, coger cosas con los dedos de los pies.
  • Caminar por terrenos naturales como arena o césped.
  • Normas para uso de un calzado adecuado (NO ORTOPEDICO): que tenga algo de puente interno, un Contrafuerte "Fuerte" que mantenga el talón bien sujeto, dejando libre la articulación del tobillo (zapato bajo), y una suela flexible que no comprima excesivamente el antepié. Evitar el uso continuado de zapatillas deportivas.


Andar de puntillas 

El hecho de andar de puntillas, apoyando el peso en los dedos de los pies, es frecuente en los niños pequeños (de uno a tres años) cuando aprenden a andar, sobre todo durante el segundo año de vida. Esta tendencia suele desaparecer en torno a los tres años de edad, aunque persiste en algunos niños.
Andar de puntillas de vez en cuando no debe ser motivo de preocupación, pero los niños que andan de este modo casi todo el tiempo y que siguen haciéndolo después de cumplir tres años deben ir al médico.


Pies varos

Los bebés pueden tener los pies torcidos hacia dentro de forma natural entre los 8 y los 15 meses de edad, cuando empiezan a ponerse de pie. Esta forma de andar puede deberse a distintas situaciones, pero se considera fruto de variaciones normales en la forma en que se alienan las piernas y los pies.
Deben ser revisados por su Pediatra si persiste más allá de los 4 años y les convierte en niños torpones que se tropiezan constantemente.
Los pediatras tratan los pies varos en muy pocas ocasiones. No se ha demostrado que los zapatos especiales y los correctores ortopédicos tipo férula, que en el pasado se utilizaban para tratar este problema, aceleren el ritmo lento de mejora natural propio de esta afección. Los pies varos tampoco suelen interferir en conductas como andar, correr o hacer deporte, y suelen remitir por si solos cuando el niño alcanza la adolescencia y mejora en control muscular y coordinación.


Piernas arqueadas

Las piernas arqueadas son una curvatura exagerada hacia fuera de las rodillas (en forma de paréntesis). Casi todos nacemos con esa forma de piernas que se corrige de forma natural con el
crecimiento.
El raquitismo, un problema del crecimiento óseo que suele estar provocado por una carencia de vitamina D o de calcio en el cuerpo, provoca un considerable arqueamiento en las piernas. El raquitismo es mucho menos frecuente en la actualidad que en el pasado, gracias al sistemático aporte de Vitamina D durante el primer año de vida del bebé.
Cuando este problema persiste más allá de los dos años o solo afecta a una pierna, puede ser el signo de un problema de mayor envergadura.


Piernas en X

Algunos niños presentan una tendencia moderada a tener las piernas en X entre los 3 y los 6 años, cuando el cuerpo atraviesa un cambio natural en el alineamiento de las piernas. Casi nunca requiere tratamiento porque las piernas se suelen enderezar por sí solas.
Las piernas en X muy pronunciadas o que son más pronunciadas en un lado que en otro a veces requieren, al menos, seguimiento y vigilancia, y en algunos casos tratamiento.
Aparatos como los soportes ortopédicos, las férulas, las tablillas o las plantillas para el calzado no ayudan, de modo que se han dejado de utilizar. En casos excepcionales, en que el niño presenta síntomas como dolor o dificultades para correr, se puede considerar una operación a parir de los 10 años.

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