EL JUEGO
Antes de introducirnos a través de la vida y el amor, y de los ritmos a menudo extraños de otro ser humano, experimentamos con ritmos básicos a través de los juegos con cosas inanimadas. Los juegos son un entrenamiento lúdico para la vida de adulto.
La repetición es una ley que rige en todas las reglas y ritmos de los juegos. Con ella, el niño recrea y vuelve a empezar la experiencia lograda en el juego. La esencia del juego no es un "hacer como...", sino en "hacer una y otra vez" lo que transforma la vivencia en un hábito.
El juego es, al fin y al cabo, el inicio de todo hábito.
Comer, dormir, vestirse, lavarse tienen que inculcarse al pequeño en forma de juego, al ritmo que marcan las canciones infantiles. El hábito entra en la vida como juego. (Walter Benjamin. Juguetes. Casimiro libros. 2015)
En un principio, los juguetes de todo el mundo nacieron en el hogar. Con el tiempo, fueron los distintos artesanos (carpintero, hojalatero, ceramista...) los que hicieron desarrollar esta industria, cada uno con sus propios materiales. Fue avanzado el siglo XIX cuando ya se convirtió en una industria autónoma que recogió las técnicas de los distintos oficios.
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