Leche “insuficiente”
Una de las razones que más habitualmente dan las madres en todo el mundo para suspender la
lactancia o introducir alimentos complementarios precozmente, es que piensan que no tienen leche suficiente o que la calidad de su leche es mala. Algunas madres se preocupan por la cantidad de leche que producen incluso ya en los primeros días tras el parto. A veces, son los parientes, amigos o agentes de salud quienes sugieren a la madre que puede no tener leche suficiente. Parece que en todas las sociedades, la confianza de las madres en su capacidad para satisfacer las necesidades de sus hijos se mina fácilmente.
Casi todas las madres pueden producir leche suficiente para uno o incluso dos niños, con tal que el niño succione eficazmente y tome el pecho tan a menudo como él quiera. Incluso cuando una madre percibe que su leche es insuficiente, habitualmente su bebé obtiene toda la leche que necesita. La cantidad de leche que producen los pechos se adapta a las necesidades del niño (aumenta cuando el niño toma más). Incluso en sociedades en donde la dieta de las mujeres es escasa, la mayoría son capaces de producir leche en cantidades adecuadas para el buen crecimiento del niño.
A veces, sin embargo, un niño no obtiene suficiente leche. Habitualmente esto se debe a que el niño
no succiona bastante, o no succiona eficazmente. En los pocos casos en que las madres son incapaces de producir leche suficiente, esto se debe a un escaso desarrollo de la glándula mamaria o a un trastorno hormonal.


¿Cómo saber si el bebé obtiene cantidad suficiente de leche?
En realidad solo hay dos signos fiables de que el niño no obtiene leche suficiente:
  • Escasa ganancia de peso: Para establecer que la ganancia de peso ha sido escasa, se necesita comparar al menos dos pesos. El intervalo mínimo útil son dos semanas, en las cuales un niño debería ganar un mínimo de 250 gramos.
  • Micciones de escasa cantidad de orina concentrada: Si un niño orina menos de 6 veces al día (durante varios días seguidos), y la orina es amarilla y de olor fuerte, el niño no está obteniendo leche suficiente. Valorar si el niño está deshidratado por diarrea, si se le están dando otros líquidos junto con la leche materna, o si se usan pañales muy absorbentes que hacen difícil la estimación de la emisión de orina.
Hay otros signos que pueden significar que el niño no obtiene leche suficiente. Son signos posibles. Signos posibles relacionados con el niño son:
  • no queda satisfecho tras la toma
  • llora a menudo
  • quiere tomas frecuentes
  • hace tomas muy largas
  • rechaza el pecho
  • hace deposiciones duras, secas o verdes
  • hace deposiciones escasas e infrecuentes
Signos posibles relacionados con la madre son:
  • sus pechos no aumentaron de tamaño durante el embarazo
  • la leche no “subió” tras el parto
  • no le sale leche cuando se exprime

Factores psicológicos en la madre
Una madre a quien no le gusta amamantar, que no deseó su embarazo, o que está muy cansada, puede tener dificultades para responder a su hijo.
Cualquier madre puede perder la confianza en que está produciendo leche suficiente; pero las madres jóvenes, aquellas que carecen de apoyo de familiares o amigos, o aquellas que han tenido malas experiencias con hijos previos, tienen mayor riesgo. La promoción de fórmula infantil y las muestras gratuitas también pueden hacer que las madres duden de la idoneidad de su leche.
El estrés agudo puede reducir temporalmente el flujo de leche, de manera que puede parecer que se ha agotado. Sin embargo, no existe evidencia de que el estrés crónico reduzca la producción de leche a largo plazo
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