Niños con fracaso escolar = Padres
angustiados
Los padres tienen que saber
cómo son sus hijos en conjunto, y saber que tener malas notas no es ser poco
inteligente. Hay muchos tipos de inteligencia y los que fallan en una
destacan en otra. Nuestra obligación es que nuestros hijos se desarrollen con
las capacidades que tienen, en un inmejorable ambiente, ayudándoles a mejorar
en lo que necesiten para adaptarse a este mundo. Ellos y nosotros haremos lo
mejor que podamos.
Los hijos tienden a hacer
como suyos muchos mensajes que directa o indirectamente emanan de los padres. La
actitud de los padres frente a las actividades escolares es vital para la
motivación hacia el aprendizaje que los niños van formando poco a poco.
El niño va construyendo su autoconcepto académico, es decir, la percepción que tiene de sí
mismo para lograr sus objetivos en el colegio.
Si los adultos enviamos mensajes de pereza,
aburrimiento, angustia, crítica excesiva, incompetencia…, éstos serán digeridos
fácilmente, creando los cimientos de la disposición hacia el colegio; sin
embargo, si nos centramos en los cambios de clase, amigos con nuevos juegos por
aprender, nuevas historias que conocerán, ayuda que van a tener…, la
disposición de los niños hacia el colegio será más positiva.
Ambos padres deben estar unidos en las pautas que se
van a seguir en casa respecto a los estudios, para
que llegado el momento de hablar con los hijos se fomente una imagen fuerte y
estable, que facilitará la solución del conflicto y el comportamiento adecuado
de los niños.