La bronquiolitis es una infección de los
pulmones y del aparato respiratorio del niño, por lo general menor de 2 años,
que puede ser causada por varias clases de virus. La enfermedad afecta a
los bronquios, fundamentalmente a los más finos.
La infección puede aparecer en cualquier
época del año aunque lo más frecuente es que aparezca en los meses de
invierno y al comienzo de la primavera (desde Noviembre hasta Marzo y Abril). El
más frecuente es el denominado Virus Respiratorio Sincitial, conocido
comúnmente por sus siglas VRS.
La mayoría de los niños están enfermos
durante una semana y después se recuperan. No obstante, en algunos esta
infección puede dar lugar a problemas respiratorios agudos serios o
complicaciones en el futuro, por lo que hay que estar muy vigilante para que no
se complique el estado del bebé.
Factores de riesgo
- lactantes menores de 3 meses
- ausencia de lactancia materna
- nacimiento prematuro
- exposición al humo del cigarrillo
- asistencia a guardería infantil
La enfermedad suele comenzar con los
síntomas de un resfriado, como son la obstrucción de la nariz por mucosidad,
algo de tos durante dos a tres días, y a veces fiebre.
Luego, es probable que el niño se estacione, no empeorando, o bien que comience a toser más, a respirar más deprisa y con dificultad (se le marcan las costillas y el abdomen le sube y le baja de manera exagerada, y se ensanchan las fosas nasales), y a tener la respiración ruidosa, con sibilancias como un silbido) o un sonido más grave o de burbujeo (roncus o estertores). Todo esto ocurre porque sus bronquios están obstruidos por la inflamación y por el moco que segrega la propia enfermedad.
Luego, es probable que el niño se estacione, no empeorando, o bien que comience a toser más, a respirar más deprisa y con dificultad (se le marcan las costillas y el abdomen le sube y le baja de manera exagerada, y se ensanchan las fosas nasales), y a tener la respiración ruidosa, con sibilancias como un silbido) o un sonido más grave o de burbujeo (roncus o estertores). Todo esto ocurre porque sus bronquios están obstruidos por la inflamación y por el moco que segrega la propia enfermedad.
El proceso acostumbra a durar alrededor de
una semana, pero es a partir del segundo o tercer día cuando puede acontecer el
empeoramiento.
Si considera que el niño empeora, solicite
un adelanto de la cita o acuda de inmediato a un centro sanitario, sobre todo
si observara alguno de los síntomas de alerta que se exponen a continuación:
- Si su hijo/a está vomitando y no puede retener los líquidos. Puede estar deshidratado por la falta de apetito o los vómitos, y los pañales están más secos de lo normal.
- Si su hijo/a está más soñoliento que habitualmente
- Si la piel de su niño/a se torna de color morado; especialmente alrededor de los labios o en las yemas de los dedos. Si se pone pálido y sudoroso.
- Si se fatiga mucho con las tomas, y casi no come.
- Si respira peor, respira cada vez más deprisa, se le marcan las costillas, mueve mucho el abdomen, se le hunde el pecho o deja de respirar durante segundos .
- Su hijo/a padece una enfermedad de corazón o fue prematuro (nació antes de tiempo). En estos casos, contacte con el médico cuando aparezcan los primeros síntomas.
- Si aparece fiebre alta, sobre todo en menores de 6 meses.
La mayoría de los médicos están de acuerdo en que las
medidas generales de soporte, son las únicas medidas terapéuticas que han
demostrado científicamente su utilidad. En la actualidad, no existe ningún
medicamento que facilite la curación de la bronquiolitis.
Afortunadamente, la mayoría de los casos de bronquiolitis son leves y no requieren tratamiento profesional específico. Los antibióticos no son útiles para tratar la bronquiolitis, porque es causada por una infección viral y únicamente son efectivos en las infecciones bacterianas.
En general la bronquiolitis es una enfermedad benigna, que evoluciona espontáneamente bien, y únicamente requiere medidas de soporte pueden realizarse en el domicilio del niño.
Afortunadamente, la mayoría de los casos de bronquiolitis son leves y no requieren tratamiento profesional específico. Los antibióticos no son útiles para tratar la bronquiolitis, porque es causada por una infección viral y únicamente son efectivos en las infecciones bacterianas.
En general la bronquiolitis es una enfermedad benigna, que evoluciona espontáneamente bien, y únicamente requiere medidas de soporte pueden realizarse en el domicilio del niño.
Las medidas de soporte en el domicilio consisten en:
- Procurar bajarle la fiebre, y mantenerlo bien hidratado (administrar líquidos y el alimento, por la edad el pecho o los biberones de forma frecuentes y en pequeñas cantidades, para evitar que se fatigue).
- Realizarle lavados nasales frecuentes y aspirar las secreciones de la nariz.
- Se mantendrá al niño algo incorporado, esto le ayudará a respirar mejor.
- Es útil también la fisioterapia (palmaditas en la espalda y en el pecho) para movilizar las secreciones de moco en los bronquios.
Antes de realizar cualquiera de estos
procedimientos deberá haber consultado con su pediatra.
Cuando la gravedad es mayor, precisan la
hospitalización. Las medidas que se toman son similares a lo expuesto
anteriormente y además los bebes son controlados de cerca, se les administra
líquidos y oxígeno húmedo. Rara vez, en los casos muy graves, se coloca a bebés
en respiradores para ayudarlos a respirar hasta que comienzan a mejorar.
Usted puede prevenir que su bebe se
contagie y que esta enfermedad se propague, realizando las siguientes medidas,
sobre todo entre los meses de Noviembre a Marzo:
- Si puede, evite llevar al niño, sobre todo si es muy pequeño (menos de 3 meses) o fue prematuro, a guarderías.
- Evite, en todo lo posible, el contacto del niño con otros niños que asistan a guarderías
- Si tiene hermanos pequeños, deberá lavar las manos, muy bien, con agua y jabón, nada más llegar del colegio o guardería. Impida que tosa a menos de 1 metro del pequeño. Procure que no besuqueen al bebé, especialmente si están resfriados. Usen pañuelos desechables.
- Evitar el contacto del bebé con cualquier persona respriada. Si no lo puede impedir porque el que está acatarrado es usted, o su cónyuge, use una mascarilla y lávese muy bien las manos antes de cogerlo. Intente no tocar la mascarilla con las manos una vez se la ha puesto.
- Nadie debe fumar dentro de casa.
- Evite permanecer mucho tiempo con el niño en la sala de espera de las consultas médicas, permanezca justo lo necesario; aquí esta rodeado de otros niños enfermos. Es preferible ir temprano o bien tarde, para que la sala de espera esté lo más vacía posible. Es una buena idea que un familiar o amigo espere en la sala, mientras usted permanece fuera de ella con el niño.
- Procure evitar acudir a sitios con aglomeraciones de gente: autobuses, centros comerciales, fiestas infantiles, etc.
- No olvidar que las infecciones respiratorias y sobre todo la bronquiolitis se trasmiten a través de las gotitas que dejamos en el aire cuando tosemos a menos de un metro de otra persona y sobre todo a través de nuestras propias manos. Es muy posible que la medida mas eficaz para evitar el contagio sea que cualquier persona que vaya a tocar al niño o a los utensilios de éste (chupetes, biberones, juguetes, etc.) se lave las manos con agua y jabón antes de hacerlo.