COMPORTAMIENTO DEL NIÑO
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Toda
conducta humana tiene una finalidad, sin excepción.
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Los niños
pasan por “ciclos” o etapas de conducta, donde van poniendo a prueba
comportamientos. Según reaccionen los adultos, se favorecerá o retraerá estos
comportamientos, que se acabarán convirtiendo en conducta o se eliminaran.
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Si se deja sin
finalidad una conducta inadecuada que se repite (ver lo que hacen pero como si no les vemos, regañarles cada vez que lo repiten...) esa conducta tenderá a
disminuir hasta desaparecer.
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Por el
contrario, si se estimula una conducta adecuada, se favorece la posibilidad de
que vuelva a aparecer.
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Para evitar
situaciones de conflicto, hay que aplicar consecuencias a sus acciones:
ante rabietas, ignorancia; ante conductas inadecuadas, consecuencias calmadas y
lógicas…
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Cada niño
parte de un sentimiento de inferioridad y trata de compensarlo tendiendo
a un objetivo de superioridad desplegando todos sus poderes para ser
capaz de enfrentarse a todas las dificultades.
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La forma
característica por la que el individuo busca la superioridad (seguridad, poder,
perfección, depreciación de los demás…) va a depender del estilo de vida
del individuo.
OBJETIVOS DEL
COMPORTAMIENTO
1.
Atención
2.
Poder
3.
Revancha
4.
Auto-Insuficiencia
- Atención
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Para que una persona se desarrolle y madure ha de
sentirse atendida, querida y comprendida.
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Es fundamental sintonizar con el estado del
niño y comunicarse con él.
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Primero, la
búsqueda de atención es necesidad, instinto de supervivencia, luego es deseo
según aumenta la autonomía del niño.
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Todas las habilidades que desarrollan desde que
nacen sirven para retener la atención de los padres y despertar sus emociones.
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Los niños
buscan, por los medios que sean, la atención del adulto.
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Prefieren
obtenerla de una manera positiva, siendo útiles. Pero si no la logran así, la
buscarán de forma negativa.
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Uno de
nuestros posibles errores es no prestarles atención cuando tienen
comportamientos adecuados. Al no hacerlo habitualmente, acaban recurriendo con
mayor frecuencia con comportamientos inadecuados, de los cuales suelen obtener
mayores beneficios (se niegan a comer, rabietas…).
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Hasta el
contacto visual es atención, ignorar significa que lo que está sucediendo no
está sucediendo.
- Poder
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Según se
gana en autonomía, el niño buscará dominar su entorno y que éste gire a su
alrededor.
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Cuando no
lo consigue entrará en una lucha de poder (que el padre entre en una
discusión).
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Si los
padres utilizan las tácticas de poder para oponerse a la postura del niño solo
les demostrará el valor del poder, aumentando su deseo de conseguirlo.
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Para que
esto no ocurra los padres deben: controlarse, no enfadarse y retirarse a
tiempo.
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Cuando un
niño pacta, hace una concesión para obtener un privilegio, es decir, está
utilizando el poder de manera adecuada.
- Revancha
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Si continúa
la lucha de poder y el niño ve que no puede derrotar a los padres pueden buscar
otra salida: la revancha.
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La
finalidad de la revancha es causar daño emocional: el niño se siente vencido y,
en su rabia, quiere herir.
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Los padres
tienen que tener cuidado en no ser ellos mismos los revanchistas.
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Hay que
enseñarles a que no se puede ganar siempre, a saber perder, y que esto no sea ningún
fracaso ni cause daño emocional, y que éste sea solo pasajero.
- Auto-Insuficiencia
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Habiendo
perdido las esperanzas de tener éxito por otros medios, tratan que nadie espere
nada de ellos.
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Si el
fracaso de los niños es demasiado frecuente, acaban por no enfrentarse a las
situaciones, viviendo “descorazonados” y en permanente huida.
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Esto es
transmitido a los padres, que acaban aceptando el rol de perdedores de sus
hijos, retroalimentando su sensación de incapacidad.