Diarrea                   
Entendemos por diarrea la presencia de 3 ó más deposiciones blandas al día. Puede acompañarse de vómitos y fiebre. La causa más frecuente son los virus, y suelen ser procesos autolimitados. 
Lo más importante en este cuadro es evitar que el niño se deshidrate. 
También es importante recordar que no es aconsejable realizar pausas de ayuno en ausencia de deshidratación. 
  •  Alimentación en el lactante con diarrea
El niño alimentado con lactancia materna debe continuar con ésta en todos los casos. Si se alimenta con fórmula adaptada, puede mantenerse la misma fórmula, aunque se recomienda tomar Leche sin Lactosa, salvo indicación de su pediatra, y prepararse a la misma concentración, sin diluir más de la cuenta. 
El resto de los alimentos tampoco deben variar, si bien es beneficioso retirar aquellos que contengan más residuos (verduras) o posean un efecto laxante ( naranjas...). 
Pueden ser de ayuda por su efecto astringente, el empleo de cereales de arroz y papillas con manzana, pera o plátano. 
  •  Alimentación en el niño mayor de 1 año con diarrea 
Es de esperar que su apetito sea menor, por lo que es mejor ofrecer alimentos apetecibles, que le gusten, que darle una dieta estricta que al final no coma.
Procurar dar alimentos en pequeñas cantidades, fraccionando las comidas principales.
Es recomendable evitar alimentos ricos en residuos: legumbres, verduras y frutas. 
Entre los alimentos astringentes se encuentran el arroz, la manzana, la pera y el plátano. Se recomiendan también los purés de patata y zanahoria.
Aunque no es necesario retirar la leche, es más beneficiosa la ingesta de Leche sin Lactosa y yogures. 
  •  Normas para mantener hidratado al niño con gastroenteritis 
El agua y las sales que se pierden con los vómitos y la diarrea deben ser repuestas con una solución de rehidratación oral. Éste es el único líquido que repone adecuadamente las pérdidas ocasionadas por la gastroenteritis. No se deben utilizar fórmulas caseras, refrescos, ni bebidas para deportistas. 
Las soluciones para rehidratación oral se presentan en polvo para mezclar con agua, en solución líquida o en gelatinas Siempre deben ser preparadas, conservadas y administradas siguiendo las instrucciones del fabricante. 
La cantidad a administrar es aproximadamente la misma que se pierde tras cada vómito (2 ml/kg de peso) o diarrea (10 ml/kg de peso). En niños mayores de 20 kg es suficiente con un vaso (aprox. 200 ml). Si quiere beber más, puede tomar agua.
Las cantidades a administrar se harán siempre en pequeñas cantidades y separadas por unos minutos. Dar mayores cantidades solo provocará más vomitos o diarrea.
En presencia de vómitos, la solución de rehidratación se debe administrar a pequeños tragos (5-10 ml), cada 5 minutos. Si vomita durante la fase de rehidratación es conveniente esperar 15 min antes de volver a ofrecérsela de nuevo. 
Las soluciones de rehidratación suelen tener mal sabor, por lo que en ocasiones es necesario administrarlas con cuchara o jeringa; son mejor aceptadas si están frías; sin embargo, los niños que presentan deshidratación, beben la solución con avidez. 
Después de controlar los vómitos hay que reiniciar la alimentación; no se deben hacer pausas de ayuno. 

Debe consultar inmediatamente si presenta: 
  • Deposiciones con sangre. 
  • Vómitos reiterativos que impiden la administración de líquidos. 
  • Se encuentra decaído
  • Fiebre alta que no cede a antitérmico
  • Apenas orina. 
  • Presenta los labios muy secos, incluso la lengua y llora sin lágrimas
  • Si la diarrea persiste más de 7-10 días




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