Aprendiendo a dormir

Menores de 2 meses 
• Es muy importante que el bebe permanezca despierto mientras come, ya que así empezará a asociar la comida con la vigilia. Es bastante difícil mantener al bebe despierto porque tiende a quedarse dormido. Los padres tienen que hablarle, hacerle pequeñas caricias y estimularle suavemente para que mantenga una cierta vigilia.
• Es recomendable que los padres alimenten al niño, siempre que puedan, en el mismo lugar, con luz, música ambiental suave y temperatura agradable.
• Es muy normal que algún intervalo entre las tomas sea más corto o más largo. No importa. Se deben seguir siempre las mismas rutinas.
• Después de cada comida es importante tener al bebé despierto en brazos durante unos 15 minutos. Esto facilitará la eliminación de gases y, posiblemente, evitara algunos cólicos.
• Después de cambiarlo, se dejara al bebe en la cuna, procurando que este despierto pero somnoliento, para que aprenda a dormirse solo. Su último recuerdo antes de dormirse debe ser la cuna.
• Es conveniente que los episodios de alimentación durante la noche sean breves y aburridos. Cuando se despierte durante la noche para comer, no enciendan la luz, no le hablen ni le arrullen. Aliméntelo pronto y en silencio. Si necesitan cambiarle el panal, háganlo con el menor estimulo posible. El tiempo que se tenga al niño en brazos después de la toma será mas corta.
• Es muy recomendable que la madre siga los mismos horarios de sueño que el niño.
• Eviten jugar con el por la noche. Reserven esa actividad, o cualquier otra que estimule al bebe (mimos, carantoñas…), para los periodos en los que permanece despierto durante el día.
• Desarrollen, desde el principio, una rutina presueño (por ejemplo, baño-masaje, una nana o cualquier otra actividad rutinaria y tranquila) que debe finalizar en el dormitorio. Utilizar distintas rutinas puede dificultar el desarrollo del habito de sueño.
• Sin embargo, no es conveniente que se duerma tan pronto como la cabeza toque el colchón. Los niños tardan en dormirse unos 20-30 minutos. Los padres deben procurar no estar presentes en ese periodo.


Entre 2-5 meses 
• No despertar al bebe por la noche para alimentarlo. Antes de alimentarlo debe tratar de arrullarlo durante un periodo breve. Si es preciso alimentarlo, reducir el tiempo que le ofrece el pecho o biberón.
- Todos los despertares nocturnos se harán con la mínima cantidad de luz y ruido posible
       Entre 5-12 meses 
       * Se recomienda que, aproximadamente a los 5 meses, se cambie la cuna a su cuarto, abandonando el dormitorio paterno, antes de que el niño establezca el vínculo materno.
       • Durante los primeros 8 meses puede ser habitual y normal que el bebé se despierte por la noche. No hace falta alimentarlo, pues a esta edad un niño sano ya no lo necesita, y hay que procurar no alterar el ambiente, encendiendo la luz o sacándolo de la cuna. Se debe consolar al niño con frases cariñosas, arrullos, arropándolo, pero sin cogerlo.
       • Se le puede proporcionar un objeto transicional; por ejemplo, un peluche o una camiseta usada de la madre, que  le sirva de compañero de cuna.
       • Se dejara entreabierta la puerta del cuarto.
A partir de los 12 meses
• El ambiente debe ser tranquilo y oscuro.
• La temperatura de la habitación debe ser confortable: un exceso de calor o de frío favorece el despertar nocturno.
• El ruido ambiental será el mínimo posible.
• La hora diaria de acostarse debe ser aproximadamente la misma todos los días. La hora diaria de levantarse debe ser aproximadamente la misma todos los días.
• Hay que evitar acostarlo con hambre. Sin embargo, el exceso de líquidos favorece el despertar nocturno.
• El niño debe aprender a dormirse solo, sin ayuda. Si tiene rabietas, no hagan caso; los padres deben salir de la habitación y, si se levanta, deben acostarlo rápidamente, evitando hablar con el. Sobre todo, la actitud de los padres debe ser firme: hay que hacer siempre lo mismo y estar seguros de que eso es lo que hay que hacer.
• La actividad física vigorosa se evitara 1-2 horas antes de acostarlo.
• Se evitaran ciertos alimentos, como los refrescos de cola, el chocolate...
• Hay que evitar las siestas muy prolongadas o tardías.
• Recuerden que la rutina previa a la hora de acostarse debe finalizar en el dormitorio del niño. Completarla cada día, de la misma forma, ayuda a que se sienta seguro y pueda predecir y anticipar lo que se espera de él.
  • Si se realiza colecho, es importante que, cuando el niño se haya dormido lo lleven a su cuna, para que se despierte en SU espacio


 Al cumplir los 2 años
Seguir con las recomendaciones anteriores.
• Cuando el niño proteste y llore durante la noche. No se le debe chillar; hay que darle la seguridad de que los padres están para tranquilizarlo si lo necesita.
• Si ha habido algún cambio reciente en la vida del niño, no se debe esperar que duerma profundamente.
• El pecho, el biberón o el chupete parecen muy útiles para dormirse, pero acabara necesitándolos cada vez que tenga que dormirse, y en cuanto se despierte.
• Establezcan unos limites claros (numero de cuentos, canciones…), si el niño se queja o anda con rodeos a la hora de quedarse solo.
• La pareja debe turnarse: descansaran más y el niño no dirigirá la noche. Si esto no es posible, se debe hacer una pausa cuando los padres pierden los nervios. Lo importante es trasmitir tranquilidad y seguridad.
• Cada familia tiene su nivel de tolerancia y sus propias creencias: no hay sistemas buenos ni malos, solo diferentes.

Entre 2-5 años
 Seguir con las recomendaciones anteriores.
• Durante el día, es recomendable que los niños duerman la siesta, como complemento al sueno nocturno.
• Eviten acostarlo con hambre o exceso de líquido.
• Eviten las siestas muy prolongadas o tardías.
• Tengan especial cuidado de no potenciar la angustia o los miedos, aludiendo a cocos, fantasmas, hombres del saco….Más bien encierren los fantasmas en el armario al irse a dormir • Eviten asociar comida o sueno a castigo o rechazo.
• A esta edad, dormir fuera de la cama de manera rutinaria no le va a ayudar a aprender a dormirse.


Etapa adolescente 

Dirigido a las familias 
• Es importante saber que hay cambios en la adolescencia, especialmente sobre el retraso normal del inicio del sueno, las mayores necesidades de dormir y las alteraciones que producen en el sueno el uso de móviles, Internet… inmediatamente antes de acostarse.
• Hay que aprender a reconocer en el joven los signos de déficit de sueño: irritabilidad, dificultad para despertarse, recuperación del sueño durante el fin de semana...
• Hay que dialogar familiarmente sobre el sueño y su influencia para la salud y el bienestar. El objetivo es sensibilizar al adolescente acerca de la importancia del sueño.
• Conviene tratar de favorecer en el hogar, al final de la tarde o primeras horas de la noche, un ambiente tranquilo, favorable al sueño.
• Se debe tratar de evitar que el joven pueda compensar el déficit de sueño acumulado durante la semana con un aumento de horas de sueño los fines de semana, más allá de lo razonable. Si se deja que duerma un par de horas mas, puede resultar beneficioso; pero, si se levanta el domingo a mediodía, hará difícil retomar la hora habitual de acostarse esa noche.


Dirigido al propio adolescente
• Realización de horarios regulares (sueño, comidas…). ! Incluso los fines de semana!
• Una exposición a luz intensa por la mañana ayuda a adelantar la fase de sueño. No es conveniente utilizar las gafas de sol de forma rutinaria.
• Si se duerme siesta, esta deberá ser corta, unos 30 minutos, y a primera hora de la tarde.
• Hay ciertas sustancias, como el tabaco, el alcohol u otras drogas, que tienen efectos nocivos sobre el sueño y sobre la propia salud en general.
• También hay que evitar los estimulantes (cafeína, bebidas de cola...), especialmente después de la comida del mediodía
• Hay que practicar regularmente ejercicio físico, si bien nunca en horas previas a la de irse a la cama.
• Hay que evitar las actividades de alerta (estudio, videojuegos, uso de móviles...) una hora antes de dormir.
• Hay que evitar dormirse con la televisión puesta, porque esto disminuye la profundidad del sueno. Idealmente, no hay que colocar la televisión en el dormitorio.
• Es bueno aprender a relajarse y a expresar adecuadamente las emociones.

Fuente: Modificado de Grupo Pediátrico de la Sociedad Española del Sueño (SES) y Grupo del Sueño de la Sociedad Española de Pediatría extrahospitalaria y Atención primaria (SEPEAP)
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