Las Parasomnias
son trastornos o desordenes clínicos asociados a
fenómenos físicos que pueden suceder en distintas fases del sueño. Son
trastornos muy comunes en la infancia y tienden a desaparecer con el
crecimiento, aunque en alguna ocasión pueden permanecer en el adulto. En estos
casos pueden indicar alguna alteración psiquiatrita o neurológica que habría
que estudiar a fondo.
Las más conocidas son el
sonambulismo, los terrores del sueño y las pesadillas.
El sonambulismo y los
terrores del sueño se relacionan con el sistema neurológico de alerta. Las
pesadillas se relacionan con alteraciones de la etapa del sueño REM.
Si bien la causa biológica
precisa de estos trastornos se desconoce, se estima que pueden ser causados por
disfunciones del desarrollo del sistema nervioso central, inmadurez o
alteraciones de sistemas orgánicos distantes
SONAMBULISMO
Los síntomas son muy
variables: puede que el niño se siente en la cama, que se levante y camine por
su cuarto o salga de él. Otros pueden correr o ejecutar acciones más complejas.
Pueden incluso hablar, aunque sus frases son muy confusas.
En general mantienen los
ojos abiertos y parecen estar despiertos. Si los padres intentan despertarlo,
no los escuchan, aunque en alguna ocasión pueden seguir las instrucciones
verbales y volver a su cama.
Después del episodio por
lo común no recuerdan nada.
Las complicaciones más
comunes son los traumas físicos. Otra puede ser el aumento de peso o las
caries, ya que muchos de ellos comen.
Hay un sonambulismo de
tipo agitado que puede ser algo peligroso. En estos casos hay que protegerlos
de posibles accidentes.
La incidencia de casos es
difícil de establecer porque la mayoría son casos leves que no consultan al
Pediatra. Se estima que la edad más común de presentar este trastorno está
entre los 4 y 6 años de edad, afectando entre un 10-30% de la población.
Tratamiento
Se aconseja básicamente
regular los hábitos del sueño.
Prevenir los accidentes
despejando muebles y mantener cerradas ventanas y puertas para que no salga al
exterior.
Si el sonambulismo es muy
agitado y tiene accidentes de repetición hay que estudiarlo en una Unidad del
Sueño.
TERRORES DEL SUEÑO
Son parasomnias muy
llamativas y dramáticas, que pueden llegar a asustar mucho a la familia. Los
episodios ocurren de forma repentina en las que el niño se sienta dando
alaridos de terror, con ojos abiertos, pupilas dilatadas…En muchas ocasiones al
acercarse los padres a tranquilizarlo reaccionan levantándose y corriendo por
toda la casa de forma anárquica, tropezando con todo y con la posibilidad de
producirse lesiones.
Por lo general estos
terrores aparecen entre los 2 y los 4 años de edad siendo más frecuentes en los
varones.
Se postula de causa
genética, asociándose también a trastornos orgánicos, del desarrollo y
psicológicos.
Tratamiento
Según la intensidad
requerirá estudio y tratamiento por parte de la Unidad del Sueño, pudiendo
requerir medicación y terapia conductual.
PESADILLAS
Sueños terroríficos muy
largos que despierta al paciente en la etapa de sueño más profundo (fase REM).
Las pesadillas se
diferencian de los terrores del sueño en que la persona recuerda con vívidos
detalles las terroríficas escenas oníricas. El contenido del sueño es una amenaza
inmediata y real. Este rasgo, la amenaza, diferencia las pesadillas de un mal
sueño.
Son muy comunes entre los
3 y 6 años y suelen desaparecer con los años.
Las causas son múltiples.
Se asocian a personas que han sufrido situaciones traumáticas, como catástrofes
naturales, que sufren violencia en el hogar, etc. Algunos trastornos como
ronquidos, apneas del sueño, jaquecas. En algunos trastornos psiquiátricos
dominados por la ansiedad y la esquizotimia. En individuos con dotes
artísticas, de gran imaginación y creatividad.
Tratamiento
Se recomienda acudir al
médico cuando este trastorno se presente con la suficiente frecuencia como para
impedir un buen hábito del sueño. El tratamiento, en los casos que lo requieran
se hará con terapias psicológicas y/o farmacoterapia