La Lactancia Artificial requiere, para que sea segura, un poco de higiene y cuidado.
Los biberones y las tetinas se lavarán en cada uso,con agua caliente y jabón, estabilizándolas en los primeros meses en casos especiales. Revisar las tetinas y cambiarlas al menor defecto.
Preparación de un biberón
La proporción adecuada es de 1 cacito RASO de Leche en polvo por cada 30 ml de agua.
Consumir la leche tras su preparación. Si la hemos de trasportar, conviene llevar el agua en un termo y hacer la mezcla justo en el momento de su consumo.
Se recomienda hacer siempre más cantidad de leche de la que habitualmente se toma, ya que más vale que sobre a que se quede con hambre. El bebé, de esta manera no comerá un fijo preestablecido, sino que cada vez irá comiendo respecto a las necesidades que el tenga.
Evitar seguir las instrucciones estrictas en cuanto a cantidades que hay que dar al bebé. Cada niño necesita un aporte, y puede que también sea distinto en cada toma, por lo que hay que seguir las necesidades que el niño tenga (no, por ejemplo, las cantidades que establecen en los botes de leche)
La leche que sobra o el bibe que no se toma, una vez que haya sido preparado, se tira. No guardarlo nunca, ni siquiera en la nevera.
No se recomienda el uso del microondas para calentar el biberón, pero si se hace, ha de agitarse el biberón al sacarlo para mezclar bien la temperatura de la leche.
Comprobar siempre la temperatura de la leche en el dorso de nuestra mano, podemos quemar fácilmente la lengua al bebé.
¿Agua del grifo o embotellada?
El mayor cuidado lo hemos de tener en los bebés prematuros, los que hayan tenido algún ingreso en el hospital y cuando menos hasta los dos meses de edad.
Si usa agua del grifo, se recomienda (sobre todo en los casos anteriores) hervir el agua durante un minuto. No hacerlo durante más de 5 minutos por el riesgo, durante la evaporación, de aumentar el contenido de sales.
Siempre que se pueda, se recomienda preparar los biberones con agua embotellada. En este caso, una vez abierta la botella, debe consumirse antes de 24 h. y mantenerse a 4º C (en la nevera) para evitar la contaminación bacteriana.
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| Directrices de la OMS para la preparación de formula láctea |
